Después de una noche de fiesta hasta tarde, un amigo invita a otros a que conozcan su departamento nuevo.

Mientras lo recorrian, uno de ellos nota contra una de las paredes un Gong inmenso a la par de un martillo.

– «¿Para que carajo el Gong?», Preguntó.

– No eso no es un gong, es un reloj parlante.

Su amigo con voz de escepticismo: «Obviamente eso no es un reloj, salta a la vista que es un gong»

– Te lo juro, golpeas el gong con todas tus fuerzas y te dice la hora, dale, probalo y vas a ver.

El otro se encoje de hombros, toma el martillo, toma impulso y golpea con un ruidoso:

¡¡¡GOOOOOOOOOOONG!!!

Despues de unos segundos se oye una voz del otro lado de la pared:

Hey, hijo de puta, ¡¡Son las tres y media de la mañana!!

Visto en el Blog de Agustin.rta, traducido vilmente por mí.