GrooveDown funcionando gracias a Wine en Linux, bajando música de grooveshark a mas no poder

GrooveDown funcionando gracias a Wine en Linux, bajando música de grooveshark a mas no poder

Desde hacía bastante tiempo andaba en la búsqueda de una alternativa viable al Scilor’s Grooveshark Downloader que me permitiera también descargar música desde Linux. Tampoco me caía muy simpático el Scilor’s ese, por que requiere .net 4.5 entre otras cosas, por ejemplo.

Bueno, la acabo de encontrar, se llama Groovedown, un simple ejecutable que no requiere instalación –actualmente por la versión 6.0– y que con solamente 3.8Mb de peso puede hacer exactamente lo mismo que el Scilors queseyocuanto sin andar pidiendo actualizaciones del sistema operativo y lo mejor de todo: Corre a la perfección en Linux ejecutándolo por medio de Wine, así que si sos uno de esos puristas del GNU: Malas noticias… Otro motivo mas para instalar wine.

El procedimiento es tan simple como instalar wine y rar –si no los tuvieras instalados con anterioridad– usando el gestor de paquetes de su distribución preferida, descargar Groovedown y ejecutarlo usando wine, ya sea usando el menú contextual que se presenta al hacerle click con el botón derecho al archivo groovedown.exe o llamarlo desde la consola ejecutando:

wine groovedown.exe

De mas está decir que en Windows no tienen mas que descargarlo y ejecutarlo, ¿No?

Y si, hace falta wine y no hay una versión nativa para Linux, pero mientras funcione, tres carajos.

Muy pero muy provisorio, ya lo iré mejorando de a poquito. A ver si consigo hacerme de un script mas o menos como el que me hice para reproducir youtube usando mplayer con un combo de teclas que me automatice el proceso un día de estos, pero mientras tanto dentro de lo poco que he podido avanzar hasta ahora:

Como usar mplayer (o cualquiera sea tu reproductor de cabecera en Linux) para ver series y películas desde cuevana.tv

¿Por que? Por que Flash para Linux apesta.

El reproductor basado en flash de cuevana.tv en Linux a pantalla completa el solito se lleva una buena tajada del uso del microprocesador. Si no disponés de una PC potente y una buena placa de video, al ver cuevana en pantalla completa el video va dando saltitos. Lo mismo para todos aquellos excluídos que por una razón u otra se han quedado fuera de la carrera:

  • Los que tienen una placa de video tan nueva que Linux todavía no la soporta al 100%
  • Los que tienen una placa de video tan vieja que ya no consiguen un driver compatible con su flamante instalación de Linux por que Xorg –que no nos quiere a los tercermundistas– ya la considera: «Deprecated».

Por otro lado:

  • ¿Compilar y ver cuevana al mismo tiempo desde la página web? Imposible.
  • ¿Compilar y ver cuevana usando mplayer? Coser y cantar.

El truco está en dejar al reproductor de cuevana almacenando en bufferdescargando-, pero detenido –con la reproducción pausada-. Mientras esto ocurre, tu navegador está bajando desde internet el video en cuestión en formato MP4. Para hacerlo lo mas universal posible, veamos el ejemplo de Mozilla Firefox.

El directorio de configuración de Mozilla Firefox siempre se almacena en tu carpeta personal, en un subdirectorio de nombre: «.mozilla», normalmente oculto y que podés pedirle a tu gestor de ventanas que te muestre presionando CTRL + H.

Dentro de .mozilla se aloja a su vez otro subdirectorio: «firefox», que contiene toda la configuración de este último. Todo lo que el navegador descarga desde internet lo almacena por lo general en un subdirectorio dentro de .firefox de nombre totalmente aleatorio, de 8 carateres de longitud y extensión .default. A mi en esta instalación me tocó en suerte: 03qrfcll.default

A su vez, dentro de 03qrfcll.default está el subdirectorio «Cache» que es el que andamos buscando, el que contiene el video y el subtítulo que la página web de cuevana nos está descargando en este preciso instante.

¿Cómo saber cuales son de entre la maraña de archivos que hay alojados ahí dentro?

Opción 1 –la mas maricona, para usuarios de KDE, Gnome o XFCE4-: Usando el navegador de archivos, ordenando los archivos por tipo.

Usando el navegador de archivos, ordenando los archivos por tipo para saber cual es el archivo que contiene video y cual el que contiene el subtítulo

Usando el navegador de archivos, ordenando los archivos por tipo para saber cual es el archivo que contiene video y cual el que contiene el subtítulo desde Gnome.

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Como ahora tengo Debian 6 en esta PC desde la que escribo, no paro de encotrarle cosas interesantes.

Recién, a punto de instalar Wine, –la capa de compatibilidad con Windows para Linux, para poder instalar Adobe Photoshop ya que GIMP apesta por que Linux es una porquería– me encuentro con lo siguiente:

Instalando Wine en Debian 6 desde la consola. Vean la lista de paquetes sugeridos.

Instalando Wine en Debian 6 desde la consola. Vean la lista de paquetes sugeridos.

Wine no es Windows, no es mas que una pobre capa de compatibilidad autónoma que hace funcionar aplicaciones «enjauladas» como si se tratara de una jaula chroot, un sandbox o el disco rígido de una máquina virtual. La posibilidad de que un virus se salga de esta jaula es cero y si se saliera, nunca podría infectar un sistema operativo Linux. Aún así, se me recomienda como paquetes sugeridos para instalar junto con Wine:

  • avscan – Un antivirus
  • klamav – El frontend para KDE de otro antivirus.
  • clamav – Otro antivirus, que casualidad.

Windows, tu mala fama no conoce fronteras, ¡Atravieza inclusive la capa de compatibilidad con Linux!

O de como nunca hay que decir nunca…

Eso, de la muerte, los impuestos y los cuernos no se salva nadie dicen. Le voy a agregar una vuelta mas a la rosca:

Entre los usuarios de Linux, del rm -fr no se salva nadie.

Houston, tenemos un problema. Frase proferida por el astronauta Jack Swigert durante el accidentado viaje del Apolo 13

Houston, tenemos un problema. Frase proferida por el astronauta Jack Swigert durante el accidentado viaje del Apolo 13.

Por eso algunos maricones dicen que no hay que ir por la vida logueándose como root, por que las cagadas son bien grandes. Pero no, yo por pecar de exceso de autoestima y pelo en pecho o simplemente para sentir la adrenalina en las venas de vez en cuando ya que no practico ningún deporte de riesgo –en realidad no practico ningún deporte ¿Correr desde la puerta de un banco al otro no cuenta, no?– siempre que ando ejecutando comandos desde la consola tengo un signo « # « en el command prompt. Siempre voy como root y nunca me pasó nada. Por que soy macho y me la aguanto.

Así que allí estabamos, mi exceso de testosterona y yo, en uno de esos días en los que podés decir «he tenido días mejores», pensado en 25 cosas simultaneamente y contra reloj copiando un directorio tras otro, desde una ubicación a la otra, con el # adelante:

  • cp dir1 dir2/
  • cp dir2 dir2/
  • cp dir3 dir2/

Y así sucesivamente. Con la prisa, recuperando con las flechas de cursor los últimos comandos tipeados para poder modificar únicamente el nombre del directorio de origen y evitarme tipear el resto, hasta que en una de esas, me pasé de largo…

El comando inmediato anterior que bash tenía almacenado antes de que empezara a ejecutar la orden cp para copiar era un rm -fr, con lo que muy pancho, casi sin mirar la pantalla ejecuté:

rm -fr dir4 dir2/

Y demoraba, y demoraba… Y yo estaba mientras pensando en mil cosas y haciendo un par de cosas mas a la vez, y el asunto seguía demorando mas de la cuenta…

Todo el proceso de copia debería haber demorado  no mas de diez segundos pero esto ya llevaba cerca de un minuto. Entonces, en una fracción de segundo que me quedará marcada a fuego en la memoria, miré el led de actividad del disco rígido: 100% encendido, ni parpadeaba… Miré a continuación la pantalla, leí lo que había tipeado, leí los argumentos, piel de gallina en todo el cuerpo, frío desde la nuca hasta la cintura, CTRL + C para cancelar la operación.

… El CTRL + C mas rápido del oeste…

Ya era demasiado tarde… De una partición que contenía 300Gb de datos, me llevé al garete casi 110. Y eran de un servidor. Peor aún, de un servidor mío. Para embarrarla mas: De un servidor en producción, y para ponerle la guinda al postre, sin copia de seguridad.

Alguna vez me tenía que pasar. En toda la pila de años que llevo usando Linux, esta fué la primera por suerte pero me dolió y en forma, cosa que me sirvió para aprender un único precepto:

Si estás tipeando comandos como root, no importa cuán seguro de vos mismo estés, ni cuan relajado o enfrascado, ni cuan grandes tengas las pelotas, ni cuán mutitarea por prioridades y en tiempo real tu cerebro sea capaz de funcionar, tres carajos: Toda la potencia de procesamiento cerebral dedicada exclusivamenta a lo mas importante del mundo, Prestar atención a lo que escribís en la pantalla.