Este es un micro-mini post, sin imágenes ni nada, a falta de una cuenta en Twitter –¡dios me libre!– en donde difundirlo.

Si sos usuario de Linux, te va a interesar. Si sos usuario de windows, entonces es de lectura obligada:

Explicando lo mas sencillo posible la batalla entre Linux y Windows, en el Blog de Enrique Salazar Herrera.

* Con la finalidad de herir suceptibilidades, las palabras dios y windows han sido intencionalmente escritas en minúsculas.

Nada mas falta que me diagnostiquen algún tipo de trastorno de personalidad bipolar o algo por el estilo. Ustedes, mis desconocidos lectores van a pensar que me faltan 5 caramelos en el frasco y con justa razón, pero tengo excusa:

Linux Multimedia Estudio. (LMMS)

Justo cuando andaba agitando convicciones con aquel artículo que escribí hace unos días titulado «Linux, sos una porquería» a raíz de no haber encontrado alternativas decentes a los programas de sampleo, secuenciación y masterización de audio para Windows del tipo Fruity Loops en Linux, viene este Linux Multimedia Studio a callarme la boca, por infame, por gritar antes de pensar.

Esta aplicación, sospechosamente parecida a Fruity Loops en realidad no tiene ni siquiera punto de comparación con el programa anterior. Si, se le parece mucho, si, soporta plugins VST, hasta de hecho hay una wiki con todos los plugins soportados por la misma, pero sinceramente –al menos por ahora– no le llega ni a los tobillos, pero no importa.

Si Fruity Loops fuera un diez, entonces LMMS es un tres, pero como todavía no aprendo a usar ni el 1% de Fruity Loops, con ese 3 de 10 me sobra ampliamente. Supongo que para cuando llegue a entender por completo Fruity Loops, LMMS que actualmente va por la versión 4.9 ya habrá evolucionado hasta la versión 14.9 en donde la cosa va a ser muy diferente.

Como para muestra basta un botón, va un screenshot de LMMS. Los que hayan usando Fruity Loops podrán verificar mis sospechas:

Linux Multimedia Studio - Nada mal, nada mal...

Linux Multimedia Studio - Nada mal, nada mal... Sobre todo teniendo en cuenta que es gratis.


Al menos al Fruity Loops, había alternativa para Linux, y vaya si la había.

Esta es muy pero muy pelotuda y sin embargo es altamente probable que muchos se encuentren con esta situación y no sepan para que lado salir corriendo: Instalaste aMSN y las notificaciones cuando te llega un mensaje no suenan.

Movido por un interés puramente económico y egoista, sin ánimos de colaborar con la comunidad (si, un día de estos me enojo, le clavo la publicidad adsense de Google al blog y me patino todas las ganancias que genere en putas y whisky importado) te explico a continuación por qué y como se arregla:

Al entrar en Cuenta / preferencias / Otras, te encontrás con esta pantalla:

Configuración por defecto del sonido en aMSN, así no va a funcionar nunca.

Configuración por defecto del sonido en aMSN, así no va a funcionar nunca.

¿El problema?

Hoy en día no vas a encontrar practicamente ninguna versión de linux, salvo quizás por Ubuntu que disponga del comando play para reproducir archivos .wav. Al no encontrar el comando play, la opción play $sound que se ve mas arriba no funciona y aMSN no tiene sonido, no suena nada de nada.

Solución chapucera 1:

– Poner la tilde en «Usar biblioteca SNACK». Si tenés suerte puede que funcione, depende de como tengas instalado el intérprete de comandos de TCL.

Solución chapucera 2:

– Crear un enlace simbólico que vincule el comando aplay con el comando play tipeando en una consola como root:

ln -s /usr/bin/aplay /usr/bin/play

Solución elegante y definitiva 3:

Usar aplay en lugar de play como se ve mas abajo:

Como configurar el sonido en aMSN

Como configurar el sonido en aMSN


SI tengo suerte, del 1% de los usuarios de PC que usan Linux, un 1% chatea con aMSN, de ese 1%, un 1% no usa Ubuntu y por lo tanto se encuentra en esta misma situación, de ese 1% alguno que otro saldrá a buscar la solución en Google, hará click en mis anuncios de adsense –el día que los ponga– y por fin este blog empezará a darme algún tipo de rédito económico. Es el plan perfecto, ¿Cómo podría fallar?.

Como comenté ayer, acabo de pasarle el plumero a Gentoo en una de mis PC hogareñas y buscando alternativas, terminé por decantarme por la mas faciloga de todas, pero sin caer en alguna distribución que quiera hacer todo por mí (al menos, eso es lo que yo creía cuando hice mi elección): Debian. Puntualmente la versión 6 del padre de la criatura.

La primera complicación apareció justo después de terminar de escribir el artículo y ponerme dedos a la obra: No tengo lector de CD ni DVD instalado, no quería descargar la imagen en formato ISO de algún CD auto-instalable de Debian, no tenía ganas de caminar hasta la otra punta de la casa –3 puertas con llave de por medio– para buscar un destornillador, una grabadora de DVD y un CD virgen, ni ganas de apagar la PC, conectar la grabadora, bajar el ISO; quemarlo y reiniciar para bootear desde ahí. ¡Ah! Y tampoco tenía un puto pendrive en toda la casa para instalar booteando desde USB.

Tampoco tenía ganas de hacer bootstrap de Debian desde Mi Gentoo, para hacer tanto lío mejor que quedo con Gentoo y ya. Lo quería funcionando, desde la versión Net Install para que me permita la elección de ciertos parámetros y paquetes/servicios, pero sin hacer tanto despelote…

¿Como hago?

Google me trajo a la cabeza el viejo Unetbootin, que ya alguna vez había probado en su momento y que nunca se me hubiera ocurrido por que tenía entendido que era únicamente para hacer bootear imágenes ISO desde USB.

Resulta que no. Unetbootin también permite bootear imágenes ISO desde el disco rígido, tanto desde una PC que corre windows, como desde una que corre Linux. Como en ese momento estaba corriendo windows, desde windows fué, y no podría haber sido mas sencillo.

Habiendo seleccionado como distribución elegida Debian desde la versión Netinstall, unetbootin descargó primero un kernel de Ubuntu, una imagen initram –también de Ubuntu– y no el ISO instalador de Debian si no algunos paquetes puntuales como para construir un sistema de archivos Linux dentro de mi partición NTFS en una carpeta que creó en C:\unetbtin.

Una vez hecho esto, modificó mi boot.ini para agregar el bootloader ubnldr.mbr situado en la raíz de la unidad C y me pidió reiniciar. Mas facil imposible y no demoró mas de 2 minutos, como mucho.

De ahí en adelante, la instalación es una pavada de facil, fué elegir las opciones básicas siguiendo un menú ncurses bien intuitivo, elegir que servicios y aplicaciones y esperar alrededor de media hora que descarge 1127 paquetes si no me falla la memoria. Elegir en donde instalar el código para el master boot record y ¡voilá!: Debian funcionando en un abrir y cerrar de ojos. Puedo instalar Gentoo –sin entorno gráfico– en mas o menos el mismo tiempo haciendo todo a mil, de memoria y equivocándome en varias cosas seguramente, pero acá lo importante es que Debian se instaló solito mientras yo me rascaba las bolas. Justo lo que me recomendó el médico.

No me gustó para nada que Debian se tome atribuciones que no le corresponden: Ni me preguntó, me entotoró con Gnome como entorno de escritorio. Tampoco me preguntó si tengo o no una impresora conectada así que también instaló y cargó como servicio CUPS, me volvió a avasallar al no dejándome elegir si quiero o no Bluetooh, Avahi y algún que otro servicio mas que junto con Gnome, ya son historia pero bueno, todo no se puede tampoco… Ahi entendí por que necesitaba descargar 1200 paquetes.

Por lo demás no hay nada que decir. Me deja conforme. Lento para bootear en comparación a lo mal acostumbrado que me tenía Gentoo con su baselayout2 y OpenRC-demora por lo menos el doble o el triple, ya lo voy a cronometrar– pero se la perdono por que me configuró el solito ALSA, Xorg con DRI activado ¡Y sin HAL! y un kernel con todos los drivers incluídos aparentemente, cosa que investigaré mas adelante.

También me tomó un par de minutos enterarme que Firefox se llama Iceweasel, Seamonkey Iceape, Thunderbird Icedove y otro par de minutos entender como deshacerme del gestor de login gráfico por defecto para reemplazarlo por SLIM…

Resumiendo, la experiencia es positiva. El tiempo ahora es el que dirá si me colma la paciencia o me lo quedo… Por ahora, me lo quedo.