Otro título sugerido: “j0hn, Cuevana y yo, nosotros, que nos queremos tanto…”

Lectores y lectoras del hilachento: Se que no parece, que cuando me borro por unos días da la impresión de que dejo el blog tirado, abandonado a su no siempre buena suerte, a la deriva soportando los embates de una horda de Cuevaneros enardecidos que no pueden bajar películas o subtítulos a la vieja usanza.

La página de la discordia pero que tantas horas de nuestras vidas gratamente nos ha hecho perder.

La página de la discordia pero que tantas horas de nuestras vidas gratamente nos ha hecho perder.

Sepan que leo todos y cada uno de los comentarios que van dejando en el este Blog (me llegan al teléfono instantáneamente, de hecho) y si no los contesto es simplemente por que quiso la evolución natural que tuviéramos solamente dos dos hemisferios cerebrales, dos pulgares oponibles y escribir con los pies no me sale. (Si, alguna vez intenté, ¿Quién no?…).

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Cada tanto me encuentro con una canción que difiere tanto de los preestablecido que me choca. Cuando me choca en el buen sentido de la palabra, que me resulta novedosa y refrescante, usualmente después con los años se vuelve parte del estándar, del montón. Termina siendo un estilo con nombre propio y a veces hasta con apellido de alta alcurnia.

Me viene sucediendo esto mismo desde hace años. Cuando escuché el primer tema que catapultó a la fama en carácter de irrevocable a Justin Timberlake, por ejemplo, –ya ni recuerdo cual fue y no estoy tan seguro pero puede haber sido este: Justin Timberlake – Cry me a river-, con esa percusión entrecortada golpeando el bombo en semicorcheas y que todos los instrumentos van respetando al pié de la letra (silencios incluídos) me sonó a cosa rara pero intrigante a la vez.

Ese estilo musical que en aquel entonces sonaba a cosa rara hoy me parece lo mas normal del mundo.

Me ha vuelto a suceder con cualquiera de las canciones de Management por ejemplo, o con Beirut.

Hoy, nuevamente, he escuchado el futuro, algunos años antes de que ocurra, como siempre. Hoy Youtube que me conoce mejor que la madre que me parió consideró prudente sugerirme que escuche a unos tales Skrillex, mas puntualmente una canción en particular: Scary Monsters and Nice Sprites.

Me dejó atónito. Eso, (A ver si el tiempo como siempre me da la razón) es lo que se va a escuchar a diario dentro de algunos años como si fuera lo mas normal del mundo. Ese estilo musical que según la wikipedia se llama hoy en día “electro house/dubstep” y que seguramente evolucionará hasta un nombre mas adecuado o abreviado, es el futuro, es lo que van a escuchar mis nietos, es lo que canta Optimus Prime en la ducha.

Entre la versión original y la de Pinn Panelle son tan buenas las dos que no se con cual quedarme:

[youtube width=»640″ height=»344″]http://www.youtube.com/watch?v=ZuunY8BTqNs[/youtube]

Pinn Panelle – Scary Monsters and Nice Sprites | 4 minutos y medio en Youtube