O de como nunca hay que decir nunca…

Eso, de la muerte, los impuestos y los cuernos no se salva nadie dicen. Le voy a agregar una vuelta mas a la rosca:

Entre los usuarios de Linux, del rm -fr no se salva nadie.

Houston, tenemos un problema. Frase proferida por el astronauta Jack Swigert durante el accidentado viaje del Apolo 13

Houston, tenemos un problema. Frase proferida por el astronauta Jack Swigert durante el accidentado viaje del Apolo 13.

Por eso algunos maricones dicen que no hay que ir por la vida logueándose como root, por que las cagadas son bien grandes. Pero no, yo por pecar de exceso de autoestima y pelo en pecho o simplemente para sentir la adrenalina en las venas de vez en cuando ya que no practico ningún deporte de riesgo –en realidad no practico ningún deporte ¿Correr desde la puerta de un banco al otro no cuenta, no?– siempre que ando ejecutando comandos desde la consola tengo un signo « # « en el command prompt. Siempre voy como root y nunca me pasó nada. Por que soy macho y me la aguanto.

Así que allí estabamos, mi exceso de testosterona y yo, en uno de esos días en los que podés decir «he tenido días mejores», pensado en 25 cosas simultaneamente y contra reloj copiando un directorio tras otro, desde una ubicación a la otra, con el # adelante:

  • cp dir1 dir2/
  • cp dir2 dir2/
  • cp dir3 dir2/

Y así sucesivamente. Con la prisa, recuperando con las flechas de cursor los últimos comandos tipeados para poder modificar únicamente el nombre del directorio de origen y evitarme tipear el resto, hasta que en una de esas, me pasé de largo…

El comando inmediato anterior que bash tenía almacenado antes de que empezara a ejecutar la orden cp para copiar era un rm -fr, con lo que muy pancho, casi sin mirar la pantalla ejecuté:

rm -fr dir4 dir2/

Y demoraba, y demoraba… Y yo estaba mientras pensando en mil cosas y haciendo un par de cosas mas a la vez, y el asunto seguía demorando mas de la cuenta…

Todo el proceso de copia debería haber demorado  no mas de diez segundos pero esto ya llevaba cerca de un minuto. Entonces, en una fracción de segundo que me quedará marcada a fuego en la memoria, miré el led de actividad del disco rígido: 100% encendido, ni parpadeaba… Miré a continuación la pantalla, leí lo que había tipeado, leí los argumentos, piel de gallina en todo el cuerpo, frío desde la nuca hasta la cintura, CTRL + C para cancelar la operación.

… El CTRL + C mas rápido del oeste…

Ya era demasiado tarde… De una partición que contenía 300Gb de datos, me llevé al garete casi 110. Y eran de un servidor. Peor aún, de un servidor mío. Para embarrarla mas: De un servidor en producción, y para ponerle la guinda al postre, sin copia de seguridad.

Alguna vez me tenía que pasar. En toda la pila de años que llevo usando Linux, esta fué la primera por suerte pero me dolió y en forma, cosa que me sirvió para aprender un único precepto:

Si estás tipeando comandos como root, no importa cuán seguro de vos mismo estés, ni cuan relajado o enfrascado, ni cuan grandes tengas las pelotas, ni cuán mutitarea por prioridades y en tiempo real tu cerebro sea capaz de funcionar, tres carajos: Toda la potencia de procesamiento cerebral dedicada exclusivamenta a lo mas importante del mundo, Prestar atención a lo que escribís en la pantalla.

Este es un micro-mini post, sin imágenes ni nada, a falta de una cuenta en Twitter –¡dios me libre!– en donde difundirlo.

Si sos usuario de Linux, te va a interesar. Si sos usuario de windows, entonces es de lectura obligada:

Explicando lo mas sencillo posible la batalla entre Linux y Windows, en el Blog de Enrique Salazar Herrera.

* Con la finalidad de herir suceptibilidades, las palabras dios y windows han sido intencionalmente escritas en minúsculas.

Hola, vengo a difamar a Linux, así que Linuxeros empedernidos, sientansé libres de dejar agravios de cualquier índole justo en donde termina el artículo y empiezan los comenatrios.

Linux, no exitís.

Linux, no exitís.

Estoy en una –nueva– etapa de mi vida en donde realmente quiero que todo funcione bien y a la primera, así que Gentoo Linux, la indiscutiblemente mas mejor muy mucho superior de entre todas las distribuciones en cuanto a performance ha dejado de ser una opción «rentable» para mi, por que insume tiempo y ganas y últimamente me andan flaqueando ambas.

Ni hace falta que lo piense, voy por la distribución mas facil de todas: Debian –Bueno, no, la mas facil debe ser Ubuntu pero no me gusta, no hay caso-, aprovechando que han lanzado la versión 6 y que jamás en mi vida he instalado un Debian, después de unos 12 o 13 años de uso ininterrumpido de Linux y unos 5 o 6 de Gentoo como mi única distribución instalada en todas mis PC planeo hacer el cambio en la PC que uso en mi casa primero y si todo va bien, en la portatil mas tarde, justo después de terminar de escribir esto, que estimo no me llevará mas de media hora sabiendo por donde van los tiros…

Es que no hay nada que hacerle, compilar desde el código fuente es tedioso, instalar desde un binario precompilado es coser y cantar. Debian, allá voy… En mis servidores, routers y PCs en producción todo seguirá como siempre: Mi fiel Gentoo al pié del cañón aguantando todos los cascotazos.

El cambio obedece a una razón mas profunda aún: En los últimos tiempos me encuentro bastante mas tiempo usándo una versión exclusivamente MIDI de Windows XP que instalé en un disquito rígido que tenía por ahí tirado que en Linux, por que resulta ser que aquel artículo que escribí alguna vez sobre Herramientas de producción musical en Linux mencionando Traverso, Rosegarden, Ardour, Rezound, Hydrogen, etc, no es mas que un montón de mariconadas.

Si, en lo que a producción musical se refiere, Linux es una poronga (Que para que los lectores internacionales entiendan traduzco: Es una mierda), lisa y llanamente.

Allí estaba yo, todo orgulloso, mostrándole a mi hermano menor –que no usa Linux– como conectaba Hydrogen con Traverso mediante Jack –y se me llenaba la pantalla de tanta cantidad de ventanitas que no se veía un carajo– en Gentoo para poder grabar pistas secuenciadas mientras le hablaba maravillas de los patrones de ritmos que había armado y que se yo cuantas cosas mas cuando me interrumpió:

– Boludo, tenés que probar Fruity Loops

– ¿Que es eso?

– Probalo y me contás…

Concha de su madre, Fruity Loops resultó ser un «lo que yo creia programita» que bajé de Taringa con crack y todo en escasos 180Mb y que no corría en Linux ni usando Wine. Lo miré muuuuuy por encima en una máquina virtual corriendo Windows 2003 server que instalé exclusivamente para eso y fué mas fuerte que yo.

Me pudo.

Fué una bola de nieve: Fruity Loops, Reason, Cubase, Pro Tools…

Desde ese día –hace no mas de dos meses– Tengo dual-boot: Windows XP para MIDI y audio, Linux para todo lo demás, lo que me lleva a replantearme seriamente el uso que le doy a mis sistemas operativos de «cuando no tengo nada mejor que hacer ™», por que seamos realistas (y hablo desde el conocimiento de causa):

  1. En cuando a audio, Linux está a años Luz de Windows
  2. Open/Libre Office no tiene nada que hacer contra MS Office
  3. Gimp no tiene nada que hacer contra Photoshop
  4. ¿Inkdraw Vs. Adobe Illustrator? Ridículo.
  5. Todavía hoy, tantos años después, el plugin Flash anda como el culo en Linux y no tenenos shockwave.
  6. ¿Bilbo contra Windows Live Writer? Ni parecidito…
  7. Hacer correr juegos para Windows en Linux es un parto.
  8. Si corren, el rendimiento en cuanto a aceleración 3D suele ser menor en casi todos los casos.
  9. Etc, etc, etc, hasta el infinito…

A pesar de todo esto, nunca voy a poder cambiar de sistema operativo del todo. El que salió con eso de que el ser humano es un animal de costumbres por lo visto me conocía en persona, y estoy muy pero muy mal acostumbrado a Linux.

Sopesando las opciones, Gentoo en esta PC desde la que escribo –desde Windows, dicho sea de paso-, ya no es una opción sostenible y por eso estoy por hacer el cambio, pero la gota que rebalsó el vaso fué este artículo en The Linux Game tome contando como se acaba de publicar una nueva adaptación del Hexen, vilmente intitulada HHexen.

Les juro por mi madre que al Hexen lo finalicé por primera y única vez vez en 1996 o 1997 como mucho, en una 486 DX4 a 66Mhz y DOS.

Que 15 años después todavía haya gente programando «ports» del Hexen para Linux en lugar de aunar esfuerzos y hacer una sola versión buena de la suite ofimática en lugar de 25 ports distintos del mismo juego -juegazo, si, pero una reliquia- es muy desesperanzador…

Ah, eso, y que somos menos del 1%, después se andan preguntando el por qué.

Peguenme, pero despacito, que hoy estoy un poco suceptible.