Una cuestión no menor que me aqueja desde que empecé a querer este pedacito de papel virtual en el cual fuí plasmando mis divagues a lo largo de todos estos años es: Qué va a pasar con toda esta cantidad de información cuando ya no esté mas para administrarla? Léase: cuando me haya muerto o alguna cosa peor, tipo quedar parapléjico o ciego y manco a la misma vez. Todas cosas altamente probables si las comparamos con las chances que uno tiene de –por ejemplo-, ganarse la lotería o tropezar y quebrarse el tabique nasal contra las tetas de miss mundo.
BlockChain: la tecnología que va a permitir que este blog algún día, exista para siempre.
Mentiría si dijera que me llena de orgullo. Posiblemente todo lo contrario. Uno no se enorgullece de lo pelotudo que era cuando era un pendejo pelotudo y con el hilachento me pasa algo parecido. De vez en cuando leo algún post viejo que escribí hace años y se me cae la cara de vergüenza, pero es así: El fin último de la vida es no morirse y en el medio crecer y mejorarnos para morirnos mas tarde que los que no crecieron ni se mejoraron y junto con mi crecimiento como persona este blog ha ido creciendo y mejorando de igual manera en lo que a mis estándares concierne y planeo que no se muera.
Entonces, como que le fuí tomando cariño. No sabía por qué ni para qué, ni todavía lo tengo demasiado claro o decidido. Solo quisiera que perdure.
Nada es gratis. Las diversas tecnologías que hacen funcionar a este blog me cuestan dinero real (El servidor, el nombre de dominio, etc) y otras que no me cuestan dinero real podrían y sin duda van a dejar de existir en algún momento. Cloudflare por ejemplo, sin el cual la pequeñísima instancia de Amazon que hace funcionar este blog no aguantaría parada mas de dos días consecutivos o el mismo WordPress, podría y estoy seguro va algún día a convertirse en obsoleto, y si no me creen acuerdense de Geocities.Continúa leyendo