Llega el día en la vida de todo hombre en que rsync le fuma tanto ancho de banda que le impide piratear cine en tiempo real desde Cuevana y páginas afines o piratear música en tiempo real desde servicios como Grooveshark y todo se ve y se escucha entrecortado.
Llega ese día en la vida de todo hombre pobre en que sopesadas las opciones y maldecidas las hijas de algún vecino te denigrás:
– Como me compré la internet para pobres ahora no me alcanza para hacer todo lo que quería. Como pago la conexión mas barata que existe en mi país del ISP mas barato que hay en mi país ahora toca joderme. O una cosa o la otra pero no las dos juntas. JO-DE-TE, GIL.
Bueno, va a ser que no.