De los cuernos, de los impuestos, de la muerte y de que te hagan mierda el WordPress con algún exploit de esos zero-day, no se salva nadie. No es casualidad que habiendo actualizado el WordPress que hace funcionar al hilachento hace escasos diez a quince dias a su versión mas reciente (la flamantisísima 3.9 por aquel entonces), hoy, que vengo enceguecido por las ganas de escribir un ratito no pueda por que encuentro que:
- Me pegó otro Bot de esos que te llenan el blog de comentarios con spam –alabado seas, askimet– y me clavó 3600 comentarios en diez dias, esto es a razòn de 36 submit forms con mierda por día de promedio.
- Salió una versión nueva de WordPress, la 3.9.1 y me pide –literalmente– que por favor actualice…
Y yo no soy quién para andar negándole un favor a un viejo conocido que tantas horas me hizo el aguante durante tantos años, así que procedí a hacerle los honores. Click a actualizar, esperar los 30 segundos que demoró todo el proceso y acá estoy de nuevo. Un poco menos inspirado, un poco mas cagado de sueño. Un poco mas jugado de tiempo. Escribiendo un post que ni habla de lo que venía a escribir originalmente.